Hacer evolucionar un logotipo es siempre una gran responsabilidad, pero cuando hablamos de una fundación con más de 450 años de vida, el nivel de responsabilidad se incrementa exponencialmente: el cliente está poniendo en manos de Beat Content nada menos que un histórico de casi cinco siglos.
La Fundació Casa de la Misericòrdia, toda una institución de la vida local de Barcelona, nos hizo un encargo muy especial: necesitaba poner al día su imagen de marca y se planteaba el debate de si hacer un pequeño restyling de logotipo o llevar a cabo un cambio abrupto, drástico, con todo lo que ello implica.
Como siempre hacemos antes de trabajar un proyecto de diseño de logotipo, llevamos a cabo las fases habituales de trabajo: reunión de briefing con el cliente, estudio de la marca y su “competencia”(tratándose de una fundación no lucrativa, las comillas son obligadas), construcción de una narrativa o storytelling coherente con la marca y, finalmente, trabajo de diseño gráfico.
Comunicación 360 para una nueva identidad visual
La Fundación venía llevando a cabo un ambicioso proyecto de apertura al exterior, lo que se concretó inicialmente en una memoria anual para mostrar públicamente sus actividades y el estado de sus cuentas. A continuación se abrieron también canales de comunicación con el exterior, entre ellos una cuenta de LinkedIN en la que semanalmente se comparte información sobre el día a día de la fundación. Y por supuesto un blog de contenidos en el que plasmar los detalles de toda esa actividad. La agencia beat Content, posicionada como agencia de comunicación 360, había asumido también esos otros proyectos
Así que, en definitiva, la actualización del logo era la cristalización de todo un proceso de comunicación con la transparencia como gran hilo conductor.
Este punto de partida nos ayudó a plantear el debate, ya que la voluntad de la Fundación de conectar con las tendencias actuales requería una imagen más sencilla y clara.
Primeras propuestas de diseño
Nos pusimos manos a la obra: elaboramos algunas propuestas rompedoras, que eliminaban el icónico escudo romboidal y la característica corona. Preparamos también otras propuestas más conservadoras para poder comparar. Es importante esta parte del trabajo porque en las fundaciones, como en todas las organizaciones de decisión colegiada, hay un grupo de gobierno que no necesariamente tiene nociones de diseño o de comunicación y requiere soportes visuales para tomar decisiones.
Tras unas semanas de debate, tomamos la decisión de avanzar en una línea de cambio discreto, pero no sutil: mantuvimos el escudo romboidal y también la corona, ambos elementos icónicos de la imagen de la fundación. Esos elementos, junto con la cruz de Sant Jordi y las barras de la bandera catalana, serían el necesario vínculo visual con el histórico de la fundación.
Construcción del nuevo logotipo de la Fundación
Sin embargo, decidimos introducir importantes cambios, que podemos resumir en los siguientes puntos:
- Sintetizamos los rasgos de la corona, conformando una silueta fácilmente reconocible.
- Simplificamos los elementos identitarios del escudo, que hasta entonces se habían superpuesto sin un orden claro.
- Redimensionamos el elemento simbólico de la puerta como símbolo de acogida, que en las versiones anteriores había permanecido discretamente escondido.
- A petición del cliente, incorporamos también la fecha de fundación de la institución (año 1584), con el fin de aportar una información relevante.
- Diversificamos la gama cromática, añadiendo el color rojo como símbolo de esa nueva fase en la que la Fundació Casa de la Misericòrdia da un paso adelante hacia la visibilidad y la transparencia. Ahora conviven el tradicional logotipo en negro con otro en rojo, en ambos casos con aplicaciones en positivo y en negativo.
- La gama cromática se concreta en el uso de un rojo vivo, un negro grana y dos grises de tonalidades diferentes. Como color secundario, se usa también un color cobre.
- En todas las versiones, el logotipo va acompañado del nombre completo de la fundación con una tipografía Inter, sin serif, que ofrece una percepción amable, tan sencilla como sencillo es su propósito social.
El resultado es una actualización de logotipo que evoluciona en paralelo a la sociedad, con una construcción de marca coherente con la narrativa de la fundación. Además, es ahora más sencillo y fácil de reproducir, todo ello sin perder la identidad que lo ha hecho reconocible durante casi cinco siglos.
